Como médico y practicante de la biorresonancia, me gusta compartir cómo esta tecnología puede ofrecer alivio a pacientes que sufren de dolores en general, tan comunes en la población de Cordoba.
Con varios años de experiencia, he observado de primera mano los claros beneficios que la biorresonancia puede proporcionar en el alivio del dolor, tanto agudo como crónico.
En la ciudad, los dolores musculoesqueléticos, como el dolor lumbar, cervical y de rodilla, son especialmente frecuentes debido a diversos factores, como el estilo de vida sedentario, la actividad laboral y los hábitos posturales.
La biorresonancia ofrece una alternativa efectiva y no invasiva para el alivio del dolor. A través de sesiones de terapia, los pacientes experimentan una reducción significativa en la intensidad y frecuencia de sus dolores, lo que les permite recuperar su calidad de vida y realizar actividades diarias con mayor comodidad.
Según mi experiencia clínica, los pacientes suelen experimentar una mejora del 70% al 80% en sus síntomas de dolor después de varias sesiones de terapia.
Esta mejora se observa tanto en el dolor agudo, como en el dolor crónico, lo que demuestra la eficacia de esta técnica en diferentes contextos.
La cantidad de sesiones necesarias varía según la gravedad y la naturaleza del dolor de cada paciente, pero en promedio, los pacientes suelen requerir entre 5 y 10 sesiones para obtener resultados óptimos.
Además, la biorresonancia es adecuada para pacientes de todas las edades, desde jóvenes hasta adultos mayores, y puede adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente.
Muchos pacientes me han informado una mejora significativa en su calidad de vida, con una reducción en la dependencia de analgésicos y antiinflamatorios.
Además, la biorresonancia no solo trata los síntomas del dolor, sino que también aborda las causas subyacentes, lo que ayuda a prevenir la recurrencia del dolor a largo plazo.